Una nueva publicación de Paúl Arellano tiene la respuesta
Una nueva publicación de Paúl Arellano, miembro de la Escuela de Ciencias Sociales e Ingeniería, publicada en la revista Científica Environmental Earth Sciences (Springer Berlin Heidelberg) evalúa los efectos de la polución por petróleo en el bosque amazónico usando espectroscopia de campo y el modelo de transferencia radiativa PROSPECT. Para el estudio se recolectaron más de 1100 muestras de hojas de varias locaciones en la Amazonía Ecuatoriana y cruzando el perfil vertical del bosque. El área de estudio consideró tres parcelas forestales, incluyendo dos sitios de bosque secundario, uno de los cuales estaba contaminado por petróleo, y un área de bosque prístino ubicada en el Parque Nacional Yasuní.
Uno de los objetivos de este estudio fue examinar las propiedades ópticas de las hojas del perfil del bosque en áreas contaminadas y no contaminadas e identificar estrés en los cambios biofísicos y bioquímicos desde un perfil vertical. Para este objetivo, el modelo PROSPECT simula la interacción entre la luz y las hojas, usando la relación entre la respuesta espectral y las propiedades biofísicas/bioquímicas de las hojas en el perfil del bosque.
Por el otro lado, en cada muestra se condujo una prueba de espectroscopía a nivel de cada hoja en el campo, con un espectroradiómetro; midiendo así los niveles de clorofila en la muestra. La productividad primaria en la vegetación está determinada principalmente por la tasa fotosintética y duración de vida de cada hoja, así como por las condiciones ambientales para obtener nitrógeno, agua y una temperatura ideal. Es decir, la bioquímica de una hoja, que está muy relacionada con la clorofila.
El estudio reveló síntomas de estrés en la vegetación a través del perfil boscoso vertical, particularmente, niveles significativamente bajos de pigmentos fotosintéticos y clorofila, además de niveles altos de agua, lo que sugiere una disminución de la actividad fotosintética en áreas contaminadas. Además encontró una fuerte correlación entre esos datos y los de el análisis realizado en cada hoja con el espectroradiómetro. Sobre las causas, los autores dicen que hay una considerable evidencia de que los gases hidrocarburos en el suelo son una fuente de estrés en la vegetación.
El estudio demuestra ese estrés en la vegetación y, al mismo tiempo, muestra la relativa sensibilidad de sus métodos, desarrollados en campo y basados en la óptica para “apoyar la investigación científica en estos ambientes que son desafiantes pero cruciales para entender y manejar el cambio ambiental, dicen los autores.
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