Conversamos con Byron Tipán, estudiante quiteño de Nanotecnología que investiga las propiedades electrónicas de un material llamado Magnetita, para extraer nanopartículas del mineral.
Cuando Byron Tipán estaba por terminar su último año de bachillerato, no estaba muy seguro de qué era lo que quería estudiar. Él recuerda que su colegio no contaba con laboratorios pero siempre le pareció fascinante la idea de trabajar en uno. Eso fue lo que despertó su interés en Yachay Tech. “Ofertaban carreras únicas en Ecuador”, sostiene, “y, sobre todo, con trabajo en el laboratorio.
Para escoger su carrera, Byron se apoyó en los proyectos que realizaba en sus materias durante el Tronco Común. Él dice que fueron esos trabajos académicos los que le mostraron el camino poco a poco. Fue así, que descubrió que su pasión es la Nanotecnología y está seguro de que fue la mejor elección. “Lo que más me gusta de lo nano es que es un mundo que todavía no se comprende… la posibilidad de crear tanto desde tan poco, me parece increíble” admite. Además, encuentra fascinante la facilidad con la que esta disciplina permite modificar materiales ya existentes para mejorarlos constantemente. Byron también reconoce las posibilidades que la nanotecnología le dará a la humanidad en el futuro, “poder decir que nosotros estamos acercándonos a lo que llamamos “ficción” es otra cosa que me apasiona de la Nanotecnología” dice.
Ahora, Byron estudia las propiedades electrónicas de un material llamado Magnetita, para, posteriormente, extraer nanopartículas. Su investigación combina técnicas computacionales y experimentales. Es así que realiza simulaciones computacionales del material para estudiar sus propiedades y después realiza la síntesis de las nanopartículas. Es por esto que trabaja con dos docentes para concluir el proyecto: Henry Pinto, Ph.D., que asesora la parte computacional de la investigación, y Gema González, Ph.D., en la parte experimental. Ambos son docentes de la Escuela de Ciencias Físicas y Nanotecnología.
Byron escogió la Magnetita para su estudio, debido a que el material tiene propiedades magnéticas muy interesantes. Además, es un material que sufre cambios en su estructura de acuerdo a la temperatura en la que es sintetizado. Debido a esto, el material puede adquirir las características más adecuadas para la aplicación que se busque. El mineral ha sido ampliamente estudiado a lo largo de la Historia, sin embargo, aún existen muchos aspectos de su estructura que no se han comprendido completamente, al igual que no se ha determinado formas en las que se pueda sacar completo provecho del material.
Byron enfocó las aplicaciones del material al diseño de biosensores porque le gusta trabajar con biomateriales, y siente mucho interés por su síntesis y su caracterización. Para él, este trabajo de investigación no habría sido posible sin la colaboración de los docentes que asesoran su trabajo y el apoyo de su familia.”Son las personas que me han impulsado, han estado ahí siempre y me han ayudado en todo lo que he necesitado”, sostiene.
Ahora, una vez concluida su investigación, Byron espera darse un tiempo para obtener un poco de experiencia en el campo laboral. Posteriormente, desea continuar con sus estudios de postgrado.