La hipótesis atómica que indica que todas las cosas están hechas de átomos es la base sobre la cual se levanta el trabajo científico de Henry Pinto: La capacidad de predecir y diseñar la existencia de nuevos materiales con posibles aplicaciones tecnológicas usando computadoras. Henry se dedica a la Nanociencia Computacional, una rama científica relativamente joven pero que logró crecer y establecerse gracias a otra teoría: la Teoría del Funcional de Densidad, la cual señala que la densidad electrónica—es decir, la distribución espacial de los electrones—es una propiedad fundamental de la materia. Gracias a esta teoría y a algunos modelos computacionales, es posible indagar las propiedades cuánticas de sistemas con tamaño cien mil veces más pequeño que el grosor de un cabello; esos sistemas se fabrican y estudian experimentalmente en laboratorios de punta alrededor de todo el mundo. Pero, ¿esto qué significa en la vida cotidiana? Las respuestas dependen de la imaginación de quien pregunta. Imagine la posibilidad de predecir cómo un determinado material se comportaría sin necesidad de que exista; o imagine la posibilidad de predecir cuál debe ser la composición de un material para que presente una propiedad específica requerida en cierta aplicación tecnológica; imagine que con solo saber el tipo de átomos que constituyen un determinado material podemos inferir sus propiedades físicas o químicas. Es un poco más complejo que eso; requiere de sofisticados modelos computacionales. Además, requiere que tengamos la capacidad de manipular sistemas a nanoescala con tanta precisión que podamos moldearlos a nuestro gusto. “Esta interacción experimental-teórica constituye, hoy en día, uno de los métodos científicos más poderosos que se utilizan en nanociencia para descubrir, entender y aplicar las propiedades que se derivan de la naturaleza cuántica de la materia.” Estas fueron las palabras de Henry Pinto para describir el proceso por el cual toda la maravilla es posible. Ese es el fascinante poder de predicción que tiene la ciencia combina la hipótesis atómica, la mecánica cuántica (que son las matemáticas que describen los modelos atómicos) y los métodos computacionales necesarios para resolver la matemática compleja relacionada con los modelos atómicos. Estos tres ingredientes constituyen la combinación perfecta del “aparato teórico” esencial para la Nanociencia Computacional. Otro factor en juego, que puede beneficiar mucho a esta rama de la ciencia, es la Ley de Moore que sostiene que el poder computacional se duplica cada 18 meses o, visto desde otra perspectiva, el costo computacional se reduce a la mitad en este período de tiempo. Suena complejo, y lo es. Henry ha trabajado en esto por años. Después de graduarse de la Escuela Politécnica Nacional viajó a Finlandia a estudiar la Teoría Funcional de Densidad. Luego fue a la Universidad de Nagoya, en Japón, donde fue docente invitado. Hizo su PhD en la Universidad Nacional de Irlanda en Cork y volvió a Finlandia donde estudió las propiedades de la superficie de materiales a nanoescala; en el 2010 el obtuvo una posición de Profesor de Investigación en la Universidad Estatal de Jackson en Mississippi en USA. Lo que trajo a Henry a Yachay Tech fue el reto que representaba el desarrollo del conocimiento e investigación desde la base así como también entrenar a jóvenes mentes ecuatorianas apasionadas por la ciencia. Él siente que, como país, tenemos la obligación de cerrar la brecha científica lo más rápidamente posible y así poder encontrar nuestra especialización tecnológica. Asentar las bases en el conocimiento científico es la mejor opción porque “la gente brillante no sólo se queda en ciencia sino que va a las industrias a hacer cambios pragmáticos que hacen prosperar a toda una sociedad”.
Según Henry, en la sociedad ecuatoriana y latinoamericana, la ciencia aun no llega a su madurez, por lo tanto necesita patrones y ejemplos de cómo se está haciendo ciencia en el mundo para formar sus propios estándares. Yachay Tech tiene el objetivo de crear esos estándares, de tomar lo mejor de cada ejemplo de cómo se hace ciencia en el mundo y combinarlo para construir una base sólida para la ciencia que se hace en el país. Henry piensa que esta es la razón por la que en Yachay Tech conviven y colaboran muchas culturas diferentes porque la ciencia es una empresa de toda la humanidad. La ciencia y la educación deben ser multidisciplinarias y altamente colaborativas, estándares que Yachay Tech busca cumplir.
Henry Pinto cree con firmeza que una universidad trasciende generaciones y puede perdurar miles de años. La verdadera ciencia no se considera absoluta; está en permanente revisión y auto corrección. Si una universidad sobresale en la producción de conocimiento científico, está trasciende fronteras y generaciones. Es por esto que las universidades ayudan a cambiar y prosperar la sociedad. Yachay Tech puede ser un factor clave de ese cambio, por eso el objetivo de la educación en Yachay Tech debe ser el de poner en primer plano a la ciencia y tecnología en el país para así alcanzar la excelencia y protagonismo de nuestro propio futuro. — Más información o entrevistas | Caridad Bermeo, Departamento de Comunicación | Yachay Tech