Peter H. Raven es un gigante de la botánica. Fue descrito por la revista Times como un “héroe del planeta” por su trabajo en la defensa del medio ambiente y la conservación de la biodiversidad. No sólo ha ganado varios premios, sino que tiene un premio en su nombre: el Premio Peter Raven a la Taxonomía de Plantas, otorgado por la Asociación Americana de Taxonomía. Fue miembro del Comité de Asesoría en Ciencia de Bill Clinton durante su período presidencial, es miembro de academias de ciencia en Rusia, Suecia, Reino Unido, China, Dinamarca, India, Brasil, India, Argentina, México y fue secretario de la National Academy of Science por 12 años.
Hace poco, Peter dedicó un poco de su tiempo a compartir sus opiniones sobre ciencia en América Latina, sobre Yachay Tech como proyecto, y sobre la biodiversidad del planeta.
¿Cómo se conjugan la Biotecnología y la Biodiversidad?
PR: La Biotecnología contribuye profundamente a la conservación de biodiversidad a través de la generación de instrumentos que permitan optimizar el uso de recursos naturales y reducir el impacto ambiental que representa la disposición humana de estos recursos. La biodiversidad es una evidencia del estado del medioambiente que al perderse biodiversidad se pierde vida valiosa para el balance del ecosistema. Ecuador ha perdido buena parte de su biodiversidad vegetal, especialmente en la parte occidental. Eso es malo para el mundo ya que Ecuador es un país que posee especies de plantas y animales únicas en el mundo. Conservarlas es necesario para el futuro de Ecuador, no sólo desde una perspectiva económica, sino también desde la garantía de los llamados Servicios del Ecosistema: control de inundaciones, buena calidad del suelo, absorción de la polución. Ecuador se ha vuelto cada vez más vulnerable debido a la explotación de recursos así que conservar lo que aún prevalece debe ser considerado una prioridad.
El modelo de la universidad colaborativa y multidisciplinaria ¿cuál es el rol de estas dos características en la investigación?
PR: Es certero que los avances científicos de las mejores instituciones del mundo dependen de la combinación de disciplinas, ideas y recursos con una perspectiva multidisciplinaria para encontrar las soluciones a los problemas del futuro. Entrenar estudiantes a trabajar en colaboración y ciencias multidisciplinarias de una forma no tradicional es fundamental para el desarrollo de Ecuador; pero también para la ciencia en general.
La estructura académica de Yachay Tech puede modernizar la ciencia moviendo a Ecuador hacia una posición más competitiva a nivel internacional.
¿Cuál puede ser el rol de la Universidad Yachay Tech en la Conservación de la Biodiversidad en Ecuador?
PR: Yachay Tech puede convertirse en la fuerza de impulso detrás de la propuesta de un instituto de conservación. Los perfiles de las autoridades de Yachay Tech son los adecuados para realizar estos esfuerzos. Para que esta iniciativa funcione, debería permanecer en una posición política imparcial e independiente.
Nota: Peter Raven intentó impulsar una institución de conservación en Ecuador en 2010, pero esto no fue posible debido al escenario político de la época.
¿Cuál es el rol de los gobiernos en el apoyo a la investigación científica y el desarrollo tecnológico?
PR: la investigación funciona solamente si existe un apoyo sólido de parte del gobierno detrás, y si hay colaboración entre el sector público y el sector privado. Pero para que esto funcione, el gobierno tiene que proveer el apoyo en un principio, construyendo sólidas bases para atraer apoyo del sector privado. Muchas universidades como la Universidad de Washington y la Universidad Estatal de California han tenido éxito en el manejo de este tipo de modelos, pero requieren de un balance delicado. La próxima transición política en Ecuador no debería afectar la supervivencia de Yachay Tech y sería un terrible error que así fuera.
¿Cuál es el futuro de Yachay, Ciudad del Conocimiento?
PR: Trabajé dos veces intentando llevar a cabo este tipo de operaciones, la primera en la Ciudad de Kansas y la segunda cerca de St. Louis, ambas en el estado de Missouri, Estados Unidos. Ejecutarlos de manera correcta resulta complejo, caro y difícil. Me preocupa que este tipo de iniciativas sean costosas y que requieran ser sostenidas hasta que acojan participantes. Además la llegada de una nueva administración podría resultar peligroso para este tipo de proyectos, ya que la postura de los oficiales del gobierno sucesor podría carecer esa confianza suficiente que garantice estabilidad para que el desarrollo del proyecto sea posible. Aun así, es muy atractivo que el proyecto se lleve a cabo en Ecuador. Es importante ser específico en términos del beneficio que la ciudad representa y concentrarse en pocas áreas de investigación y acción, pero con alto potencial de ventaja competitiva.
Conclusión
Las ciudades del conocimiento no son una novedad en el mundo. Existen varios ejemplos tanto de ciudades de surgimiento espontáneo como de ciudades planificadas. El concepto nace en los años sesenta del siglo pasado, bajo la premisa de que el conocimiento contribuye profundamente al desarrollo económico. Este tipo de esfuerzo requiere de una fuerte inversión, una planificación adecuada y de varios años de esfuerzos para establecer su crecimiento espontáneo.
Biografía
Peter H. Raven, es uno de los botanistas más importantes del planeta y uno de los mayores defensores de la conservación y el ambiente sustentable. Es Presidente Emmeritus del Jardín Botánico de Missouri, institución a la que ayudó a madurar hasta convertirse en un centro de investigación botánica de importancia mundial. Ha realizado investigaciones alrededor del mundo, encaminadas a la conservación de especies de plantas en peligro de extinción. Ha recibido el Premio Internacional a la Biología del gobierno de Japón y la Medalla Nacional de Ciencia de los Estados Unidos. Ha trabajado con organizaciones de importancia mundial como Guggenheim and John D. y la Catherine T. MacArthur Foundation.
Fue miembro del Comité de Consejeros de Ciencia y Tecnología del Presidente Bill Clinton, durante su período. Trabajó por 12 años como secretario de la National Academy of Sciences en los Estados Unidos. Además es miembro de academias de ciencia en Brasil, Argentina, China, Dinamarca, India, Italia, México, Rusia, Suecia, Reino Unido, entre otros.