En el campus universitario de Yachay Tech, en medio del bullicio de estudiantes y el vaivén de conocimiento, la historia de Niurka Moreira Pita destaca como un faro de colaboración y determinación.
Niurka, una estudiante con discapacidad visual total, enfrentó su sexto nivel de inglés con un coraje y una voluntad que inspiraron a todos los que la rodeaban. Su viaje hacia la fluidez en un segundo idioma no fue solo suyo; fue una travesía compartida, un esfuerzo conjunto de maestros, amigos, familiares y recursos adaptados.
Todo comenzó con clases en línea, una solución ingeniosa donde los profesores y los padres de Niurka trabajaron mano a mano para superar las barreras físicas y tecnológicas. Juntos, trazaron un camino que no solo habilitó el aprendizaje, sino que lo hizo accesible y efectivo.
A medida que avanzaba de nivel, Niurka se encontró en las aulas de la universidad, rodeada de un equipo de docentes dedicados. Con ingenio y creatividad, adaptaron materiales y desarrollaron estrategias para traducir el lenguaje visual del inglés a formas que Niurka pudiera leer y entender. Una de las profesoras incluso dominó el Braille para poder enseñar de manera más efectiva, un gesto que no solo demostró compromiso, sino también un profundo respeto por la determinación de Niurka.
Con el sistema Braille como su principal herramienta de lectura y escritura, Niurka contó con el apoyo crucial de sus profesores. A medida que aumentaba la necesidad de lectura y escritura para su aprendizaje del inglés, surgió un desafío importante: adaptar el libro del profesor de sexto nivel, Andrew Nelson, al Braille. Esto se logró gracias al valioso respaldo de la Fundación “Oswaldo Loor” en Manabí.
Además, la Biblioteca de la Universidad Técnica del Norte jugó un papel fundamental imprimiendo el material necesario a lo largo de los niveles tres, cuatro y cinco, asegurando que Niurka tuviera acceso completo a todos los recursos requeridos para su formación.
La dedicación de Niurka fue palpable. Con determinación, responsabilidad y una actitud siempre positiva, no solo superó desafíos, sino que brilló con excelentes resultados. Su esfuerzo no solo fue un logro personal, sino un testimonio de lo que se puede lograr cuando todos trabajan juntos hacia un objetivo común.
Hoy, al celebrar este hito, todos comparten la alegría de un trabajo en equipo. Desde los profesores que adaptaron lecciones hasta los amigos que la apoyaron en cada paso del camino, cada persona que contribuyó fue un eslabón en la cadena del éxito de Niurka. Y así, con cada granito de arena, demostraron que, como dijo Helen Keller, “solos podemos hacer muy poco; juntos podemos hacer mucho”.
Yachay Tech expresa un agradecimiento a Andrew Nelson, Martha Gonzalez, Kinga Tomczyk, Grazia Trentini y Gabriela Portilla y a todos quienes apoyan sus estudios sin medir barreras.