El censo se llevó a cabo en la reserva del Antisana, una de las fuentes de agua para la ciudad de Quito.
La Universidad Yachay Tech, junto al Fondo para la protección del agua (Fonag) y la Empresa Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento de Quito, organizó un censo de venados de cola blanca en la reserva del Antisana. El propósito del censo fue evaluar el estado de la población de venados en la reserva. El censo fue propuesto por Markus Telkamp, Ph.D., docente de la Escuela de Ciencias Biológicas e Ingeniería de Yachay Tech, y Henry Herrera, estudiante de noveno semestre de la misma Escuela, quienes desarrollan una investigación acerca de métodos para censar esta especie. Al censo asistieron 18 estudiantes de Yachay Tech que fueron supervisados por personal del Fonag a cargo de la reserva. El evento contó, además, con la participación del Ministerio del Ambiente y la Fundación Cóndor Andino.
Los censos de vida silvestre son una práctica fundamental para determinar acciones para conservación o control de población en reservas naturales. Mantener el equilibrio de un ecosistema es fundamental para la conservación. El crecimiento excesivo o insuficiente de una especie puede alterar un ecosistema afectando a otras especies de plantas y animales que lo habitan. Sin embargo, existen diferentes métodos para censar vida salvaje y su efectividad puede ser muy relativa a la especie que se estudia. Bajo esta premisa, Henry Herrera inició su investigación sobre censos poblacionales para venados de cola blanca. Henry comparará métodos de censado directos e indirectos con el propósito de encontrar el más efectivo para esta especie.
El censo realizado en la reserva es un método directo que conlleva la observación de animales in situ. Para esto, los voluntarios del censo debieron anticipar las horas de alimentación de los venados y establecer estaciones de observación. En las estaciones de observación se registraron las características de los animales observados y el movimiento que realizan, hacia distintas estaciones de observación con el objetivo de no sobrestimar la población. Ese fue el primer censo de gran magnitud que se ha hecho en el área de conservación del Antisana.
Dentro del área de conservación del Antisana se encuentra la laguna de la Mica, que es una de las fuentes hídricas para la ciudad de Quito. Por lo tanto, conocer los efectos que estos herbívoros grandes están teniendo sobre las poblaciones de plantas, que influyen directamente sobre el agua, es fundamental. Los datos colectados en este censo se pondrán a disposición del Fonag y la EMAPS, quienes manejan la reserva, para tomar las medidas necesarias, considerando que los venados de cola blanca aún se consideran especies en peligro. Lo censos también son una forma de mostrar los beneficios de tener áreas de conservación para los ecosistemas.
En el futuro cercano, los investigadores esperan aplicar otro método de censo con la colaboración de la Escuela de Ciencias de la Tierra, Energía y Ambiente que involucra el uso de drones con cámaras infrarrojas. Además, esperan continuar con el trabajo interinstitucional para investigación en el área. El censo poblacional no sólo arroja datos que influyen sobre la situación del agua, sino también sobre el funcionamiento general de los ecosistemas, que abarca muchas otras áreas de conservación e investigación.