En una publicación científica miembros de la Escuela de Ciencias Físicas y Nanotecnología, abren el uso de técnicas de nanotecnología a la arqueología nacional.
28 de febrero de 2019
El arte es un instrumento que permite materializar una visión del mundo, nos deja envolvernos en la idea de la posteridad. Por eso, las piezas de arte de una civilización son elementos fundamentales para entender los principios filosóficos y sociales que regían a sus habitantes. En Ecuador, el arte precolombino ha sido un instrumento que permite a los académicos exactamente eso. Pero aún hay mucho por descifrar. Para siete académicos de diversas disciplinas, que colaboraron en la publicación científica “An Archaeometric Characterization of Ecuadorian Pottery”, para lograrlo, la investigación del arte antiguo requiere una aproximación interdisciplinar.
La publicación científica, realizada en la revista Scientific Reports, de Nature Journals, contó con la participación de Sarah Briceño, Ph.D., Duncan J. Mowbray, Ph.D., Camilo Zamora-Ledezma, Ph.D., docentes de la Escuela de Ciencias Físicas y Nanotecnología de Yachay Tech, y Alex Jamett, estudiante de la misma escuela. Ellos realizaron esta investigación en colaboración con investigadores del Museo del Alabado, la Escuela Politécnica Nacional y la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE). El proyecto consistió en la evaluación y caracterización, a través de técnicas como espectroscopia raman, infrarrojo y microscopía, de 11 muestras precolombinas pertenecientes principalmente a la cultura Jama-Coaque. Esta caracterización se hizo con el objetivo de identificar los pigmentos que se usaron en las piezas.
La disciplina que engloba las técnicas usadas en la investigación se llama Arqueometría. Para Alex Jamett, estudiante de Yachay Tech que participó en el estudio, lo más valioso de incursionar en este tipo de disciplinas es trabajar con personas muy especializadas en áreas muy diferentes. Para él, la investigación fue una experiencia increíble, ya que le permitió empezar a conocer diferentes puntos de vista. Alex se incorporó a la investigación con el propósito de aprender técnicas de caracterización y conocer sus aplicaciones en la vida real. A partir de eso, él analizó en una computadora, todas las imágenes de SEM y TEM que tenían de las muestras.
La caracterización se realiza sobre muestras que no dañan las figuras arqueológicas. Alex Jamett, comenta que las muestras resultan en un polvillo casi invisible. Con estas muestras el equipo pudo hacer un análisis completo de cómo fueron pintadas las piezas y qué elemento se utilizaron. De esta forma, los investigadores pudieron sentar las bases de qué tipos de tratamientos les hacían a los materiales, en este caso cerámicas, a los que tenían acceso.
Al finalizar la investigación, el equipo encontró que los pigmentos eran fundamentalmente óxidos de hierro. Sin embargo, encontraron también nanopartículas probablemente provenientes de cenizas volcánicas. Los hallazgos plantean nuevas posibilidades en cuanto a cómo la cultura preparaba sus pigmentos. El equipo de investigación es uno de los primero en obtener datos de muestras arqueológicas con estas técnicas, en Ecuador. Alex concluye que la investigación puede abrir muchas puertas para que otros investigadores hagan estudios posteriores con sus análisis.
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