María Paredes-Espinosa, graduada de Biomedicina de Yachay Tech y actual estudiante de doctorado en nanobiociencia en la Universidad de Albany, forma parte de un equipo de investigación que está creando corazones en miniatura capaces de transformar la forma en que se prueban los medicamentos.
Estos minicorazones, cultivados en el NY CREATES Albany NanoTech Complex, tienen aproximadamente la mitad del tamaño de la punta de una aguja, pero cuentan con todas las células y funciones de un corazón humano real, incluido su latido. Gracias a este desarrollo, se podría reemplazar el uso de animales en ensayos farmacéuticos, mejorando la precisión de los resultados.
Los investigadores han determinado que, cuando los medicamentos pasan de pruebas en animales a ensayos clínicos en humanos, el 92% no funcionan como se esperaba. Con este nuevo modelo de corazón en miniatura, se podría reproducir enfermedades específicas y probar tratamientos de manera más precisa y eficiente.
Paredes-Espinosa se encuentra particularmente interesada en el síndrome del corazón roto, una afección provocada por altos niveles de estrés emocional y que hasta la fecha no tiene cura. Con su trabajo en el laboratorio, busca recrear la enfermedad en los minicorazones y probar posibles tratamientos.
El laboratorio, dirigido por la profesora Janet Paluh, es el primero en llevar estos corazones a través de todas las etapas de desarrollo, logrando un nivel de avance sin precedentes en la investigación. La posibilidad de cultivar cientos de minicorazones a la vez permitiría evaluar distintos fármacos y combinaciones con rapidez, abriendo nuevas puertas en la investigación médica.
El rector de Yachay Tech, Andrés Rosales, destacó la importancia del trabajo de Paredes-Espinosa y su impacto en la ciencia global:“Ver a nuestros exalumnos liderando proyectos de vanguardia como este nos llena de orgullo. La investigación de María Paredes-Espinosa representa no solo un avance científico, sino también una contribución real a la sociedad. Desde Yachay Tech, seguimos apostando por la formación de profesionales capaces de transformar el mundo con innovación y conocimiento.”
María Paredes-Espinosa planea finalizar su doctorado en 2026 y continuar con su investigación, impulsando el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Su trabajo con minicorazones en laboratorio abre nuevas posibilidades para la medicina y la industria farmacéutica, acercándonos a tratamientos más precisos y efectivos.
Con este tipo de investigaciones, la ciencia avanza hacia un futuro en el que las pruebas farmacológicas serán más precisas y personalizadas, ofreciendo mejores tratamientos para enfermedades poco estudiadas.
Para más información sobre la investigación, visitar:
https://www.timesunion.com/education/article/little-lab-ualbany-growing-miniature-heart-20230278.php
Si quieres conocer más revisa la publicación de Ecuavisa:
Revista Ekos: